Hacia las mejores vistas de Florencia
El segundo día en Florencia lo dedicamos a visitar aquellos lugares que no pudimos en nuestro primer día en la ciudad y disfrutar de las mejores vistas de Florencia.
Teníamos pendiente entrar al Duomo, madrugando un poco vamos directamente a la cola para entrar a la Catedral.
Mi consejo es que proveches la cola para hacer unas fotos y se tome con paciencia. Recordad que hay que ir cubiertos hasta las rodillas y hombros.
La Catedral de Florencia
En mi opinión, la Catedral es mucho más espectacular por fuera que que por dentro. Destaca en su interior la cúpula de 114 metros de alto y 45 metros de diámetro, completamente decorada con pinturas al fresco que representan escenas del Juicio Final.
Piazzale Michelangelo
Volveremos a pasar por el puente Vecchio y nos dirigimos a la Piazzale Michelangelo. La Piazzale es un mirador espectacular desde donde se obtienen las mejores vistas de Florencia. En mi opinión, es este lugar es imprescindible.
Desde el puente Viejo hasta la Plaza de Miguel Ángel serán unos 25 minutos de subida, en verano hay que sumar el calor. Si quieres reservar fuerzas hay autobuses que facilitan la tarea; las líneas 12 y 13 te dejan en la misma plaza.
A mi me gusta caminar por eso nosotros lo hicimos a pie, un tanto acolorados pero poco a poco alcanzamos el objetivo. Nuestra recompensa fueron unas increíbles vistas de Florencia.
En la plaza hay una réplica en bronce del David de Miguel Ángel, restaurante y cafetería.
Santa María Novella
La bajada, mucho más llevadera, nos lleva de nuevo a la orilla del río Arno. Y caminando por la orilla, nos dirigimos a una de las iglesias más importantes de la ciudad, Santa María Novella. El recorrido caminando es de unos 30 minutos.
Esta vez atravesaremos el río por el puente de Santa Trinidad, es el puente elíptico más antiguo del mundo y podrás ver otra perspectiva del puente Vecchio.
La iglesia de Santa María Novella es una de las obras más importantes del Renacimiento florentino.
Destacaría su fachada en mármol que se recubrió de color blanco y verde combinando con otras edificaciones de la ciudad en una fase posterior a su construcción.
Su interior cuidado al detalle con importantes frescos.